lunes, 5 de abril de 2010

MÁS OSCUROS

Simplemente me gustaría apostillar la no erradicación de las famosas sillitas. Aun permanecen en las primeras filas de público, e incluso parecen claros en el tumulto de gente convirtiéndose en un engaño para los que buscamos ver la cofradía en condiciones. Por último, me parece también inadecuado que los padres mantengan los carritos abiertos para formar su parcelita e impedir el paso. Sillitas y carros resultan incómodos y peligrosos

1 comentario:

  1. Aplauso para un señor que mientras pasaba la Hiniesta se cruzó toda la cuesta del bacalao con el carrito del niño en lo alto.
    Ciriazo a los otros tantos, ya sea con carrito o con silla de ruedas que quisieron cruzar si o si por donde mas gente había.

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