Reuníón de Octubre

Un curso más ha llegado la primera reunión ordinaria, puede decirse que una reunión esperada; esperada por varias razones. En primer lugar por tratarse del inicio de un nuevo curso, también porque hacía varios meses de la última reunión, el hecho de que tenían lugar las elecciones, es decir, saldrían unos nuevos encargados con, a su vez, nuevas propuestas y sin olvidar, por supuesto, temas candentes a tratar dadas las circunstancias que han rodeado al mundo cofrade en estas últimas semanas.
La llegada a El Refugio fue con cuenta gotas, rondaban las 10 de la noche cuando se encontraban casi todos los componentes sentados y servidos con su respectiva cebada. Se establecieron unos temas y un orden de intervención, tomándose las elecciones como el último punto a tratar en el programa.
Comenzó todo en torno, cómo no, a la salida de la Esperanza; se estableción un turno de palabra, en un principio respetado pero con, cada vez, más interrupciones, y es que el tema daba que hablar, o más bien, que discrepar. Digo esto porque se divagó alrededor de la idea de éxito o de fracaso, se entró en un terreno de posturas muy contrarias, cada vez más separadas y, como es lógico, el tema quizás desvarió.
El éxito fue defendido prácticamente por la mitad de la tertulia, se argumentaron cantidades numéricas, situaciones afectivas, de encuentro, no tanto de necesidad, y se postuló, concretamente Javi, un éxito encontrado si nos centramos en el Pontifical de Madre María de la Purísima. Claramente, como digo, las posturas rondaban el 50 por ciento; y es que la otra mitad defendía lo innecesario del asunto, se hablaba de baile numérico en cuanto a asistencia, se criticaba el público presente en general y se proyectaba el tema hacia la situación actual de lo que llamaron un "frikismo" cofrade. Fue entonces cuando apareció el debate sobre la positividad y el beneficio que reportan tales evento, así como qué aporta nuestra Semana Santa a la vida religiosa, social e incluso espiritual de nuestra ciudad.
Es más, el tema continuó, y se conectó con los comentarios sobre la salida de la Virgen de Regla, de la que prácticamente se sacó en claro que la Hermandad de Los Panaderos no hizo las cosas bien bajo el gusto de los miembros de La Cantonera; sin duda pocas exposiciones a favor, más bien indiferentes.
Por último se votó, se llegó a unanimidad, para presentar a Juan Carlos y a Borja como los nuevos encargado de este proyecto. Grandes propuestas se esperan de su parte, ilusión y participación así como pulir cosas que , sin lugar a dudas, quedan por establecer.

Un saludo, Enrique.